Benchmarking en el mundo de los negocios


El benchmarking consiste en tomar como comparadores a aquellos productos, servicios y procesos de trabajo que pertenezcan a organizaciones que muestren las mejores prácticas sobre una determinada área de interés, con el objetivo de transferir el conocimiento de las mejores prácticas y su aplicación.

Es el proceso de determinar quién es el mejor, es decir, quién establece el estándar a seguir y, exactamente, de qué está compuesto el estándar establecido. En el mundo de las redes sociales, por ejemplo, se podría argumentar que los más de 700 millones de usuarios de Facebook en el mundo, hacen que la red creada por Mark Zuckerberg sea el punto de referencia.

Si se tuviera que usar el benchmarking en la informática, en torno a medir los objetivos alcanzados en este rubro, ¿Se puede definir quién es mejor? ¿Bill Gates o Steve Jobs? ¿Y por qué razón?

Las personas suelen hacer lo mismo en los negocios, tratando de averiguar cuál es la organización líder en el mercado y por qué lo es, en qué áreas se encuentra su punto fuerte, si su éxito es por el producto o servicio que ofrece, si es por el precio, por su publicidad o por sus trabajadores. Todo esto debido a que siempre se busca seguir el estándar del mejor en el rubro.

La importancia del benchmarking

Creer que la importancia del benchmarking se centra solamente en compararse con otros es un error, ya que tiene mayor trascendencia el impacto que pueden tener estas comparaciones sobre los procedimientos. El proceso es útil para el objetivo de lograr la realización de mejores prácticas en la organización.

Sin embargo, es preciso resaltar que este proceso de comparar actividades, tanto en la misma organización como en otras empresas, se debe realizar de forma continua, para alcanzar resultados óptimos.

Está claro que si no se conoce cuál es el estándar establecido en el mercado, será imposible realizar cualquier tipo de comparación. Asimismo, tener todo el conocimiento de lo que está ejecutando el líder del mercado tampoco es suficiente; además, es necesario tener información acerca de los demás competidores y cuál es su desempeño.

Una vez analizada la fórmula del éxito, se debe intentar seguir esta actividad creando el mayor valor agregado posible. Es necesario optimizar las actividades que generan valor, así como eliminar o mejorar actividades que no generen el valor deseado.

En conclusión, el benchmarking, además de ser una herramienta útil para la mejora de procesos, es la consecuencia de una gerencia para la calidad.



“Es necesario practicar benchmarking pero normalmente está muy ocupado para eso. Mucho cuidado porque al no realizarlo y poner en práctica las mejoras basadas en este proceso, existe el riesgo de quedar fuera del negocio. Entonces habrá tiempo de sobra para el benchmarking, pero será muy tarde.”

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